Cuantas veces hemos escuchado a las personas adultas, al ver a un niño hacer una travesura, clamar: “Muchacho insensato, inconsciente”. La corta experiencia de aquel en la vida, lo puede llevar a cometer un desatino.

¿Cuántas veces ya de adultos, perdidos en nuestra desconexión de la realidad, hemos cometido algún desatino?
Activar nuestra conciencia es una acto que depende de nuestra voluntad. Requiere que tengamos presente siempre la intención de estar presentes en el momento que ocurre. Cuando lo olvidamos, es cuando aparecen las prisas, las necesidades creadas, los pensamientos obsesivos, la rumiación, el mal humor. En esta desconexión nuestra percepción del mundo comienza a distorsionarse.
Familiarizarse con los sentidos, con las emociones requiere de una práctica continua. Es fácil dejarnos llevar por el piloto automático una y otra vez. Con paciencia se logra que esto no ocurra y podamos llegar a puerto seguro, es decir al Presente.
Nancy Silva Fuseau
Coach
Mindfulness Teacher
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